Por: Luis Alcócer
Tal vez algunos recuerdan la canción de Roberto Carlos, esa en la que el brasileño decía “Yo quiero tener un millón de amigos…“ y eso otro de “Pero no quiero cantar solito, yo quiero un coro de pajaritos…“. Bueno, años más tarde, pero no demasiados, a Roberto Carlos a y a millones de amigos a lo largo y ancho de Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat, se les ha cumplido el deseo. Pío, pío, Twit-Twit. Cada vez hay más gente suelta, millones de enredados a lo largo y ancho de la telaraña de ese otro mundo virtual, convencidos de que tienen cada vez más amigos. Aunque a esos amigos les mientan sin cesar y no vayan a conocerlos nunca por su nombre y aspecto verdadero.